Textos inspiradores

"Si eres sensato, actúa como un cuenco y no como un canal que recibe y transmite casi simultáneamente, mientras el otro espera a que se llene. De este modo, transmite lo que rebosa sin perjudicarse a sí mismo.

Aprende a derramar sólo de la plenitud y no desees ser más generoso que Dios. El cuenco imita al manantial. Sólo cuando está saturado de agua desemboca en un río, se convierte en mar. Haz tú lo mismo. Primero llénalo y luego viértelo.

El amor amable y sabio está acostumbrado a rebosar, no a desbordarse. No quiero volverme rico si en el proceso te vuelves vacío. Porque si te tratas mal, ¿para quién sirves? Si puedes, ayúdame con tu abundancia; si no, prescinde de ti mismo".

Bernardo de Claraval (1090-1153), sacerdote

Muchas personas que recorren el camino de la atención plena me dicen que les resulta difícil ser conscientes en el ajetreo de la vida cotidiana. Funciona bien en meditación, a solas en un entorno tranquilo y en la naturaleza, pero no fuera de estos espacios protegidos.

Entonces, ¿cómo se abre camino la atención plena en la vida cotidiana? Los granos de mindfulness son una ayuda maravillosa que puede tender un puente entre ambos mundos.

Se trata de una micropráctica en la que se dan pequeños y grandes impulsos a lo largo del día y, por la noche, puedes relajarte y darte cuenta de lo consciente que ya eres. Se crean pequeñas islas de quietud en medio del ajetreo de la vida cotidiana. Crece el sentido de la conciencia cotidiana.

Coge unas 20 alubias secas para el ejercicio. Las alubias rojas son perfectas para esto. Las bayas de enebro y los frutos secos también funcionan. Ahora me meto las alubias en el bolsillo derecho del pantalón por la mañana. A lo largo del día, siempre que me acuerdo, meto la mano en el bolsillo derecho del pantalón y cojo una judía entre los dedos. La siento y me quedo un rato con la percepción de la judía, sin ningún comentario mental. Sólo percibo. Presto atención.

Luego cojo la judía con las dos manos y la sujeto con los pulgares y los índices. Me detengo de nuevo. Luego cambio mi atención de la judía a mí mismo. Ahora vivo dentro de mí. Siento el espacio vital dentro de mí. No hago nada, no controlo nada, simplemente estoy aquí y ahora. Descanso dentro de mí, estoy cerca, sin separación.

Tras unos instantes de "eternidad", cojo la judía con la mano izquierda y la dejo desaparecer en el bolsillo izquierdo del pantalón. Si es posible, continúo permaneciendo en mí mismo. Mindfulness en la vida cotidiana.

Y así, a lo largo del día, las judías se mueven de derecha a izquierda. No se trata de batir ningún récord de atención plena ni de palear inconscientemente las judías de derecha a izquierda, sino de ayudar a la atención plena cotidiana. A menudo me sorprendía la cantidad de judías que se movían de un lado a otro. Eso tenía un efecto motivador. El mito de que no puedo hacerlo o no lo hago lo suficiente no es cierto. Los momentos de mindfulness son regalos y abren una ventana a lo más profundo de uno mismo.

No me interesa lo que haces para ganarte la vida.

Quiero saber qué anhelas y si te atreves a hacerlo,
soñar con cumplir los deseos de tu corazón.

No me interesa tu edad.
Quiero saber si te vas a arriesgar,
estar loco de amor, encaprichado con tus sueños,
en la aventura de estar vivo.

No me interesa qué planetas están en qué constelación a su luna.
Me gustaría saber si has tocado el centro de tu sufrimiento,
si te han traicionado en vida,
romperse y abrirse
o te has encogido y cerrado al miedo y a más dolor.

Quiero saber si puedes sentarte ahí con dolor
- la mía o la tuya -
sin ningún movimiento de evasión,
sin ocultar el dolor, sin hacerlo desaparecer, sin aferrarse a él.

Me gustaría saber si puedes estar allí con alegría
- la mía o la tuya -
si puedes bailar con lo salvaje y permitirlo,
que el éxtasis te llena hasta la punta de los dedos de manos y pies,
sin esa cautela en la que usted se esmera,
sean realistas y recuerden las limitaciones del ser humano.

No me interesa saber si la historia que me cuentas es cierta.
Quiero saber si puedes decepcionar a alguien para ser sincero contigo mismo,
si puedes soportar que alguien te lo reproche
y sin embargo no traicionas tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y fiable.

Quiero saber si puedes ver la belleza, incluso cuando no es hermoso todos los días
y si sientes una chispa divina en tu vida.
Me gustaría saber si puedes vivir con el fracaso
- con tu y mi -
y poder estar en la orilla de un lago y gritar "sí" a la luna llena.

No me interesa dónde vives ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte después de una noche llena de desesperación
-agotado y dolorido -
y seguir haciendo lo que hay que hacer por tus hijos o por otras personas.

No me interesa tu formación escolar ni dónde y con quién estudiaste.
Quiero saber si estarás conmigo en el centro del fuego y no retrocederás.
Quiero saber qué es lo que te hace seguir adelante desde dentro cuando todo lo demás se derrumba.

Quiero saber si puedes estar a solas contigo mismo
y si realmente te gusta la gente de la que te rodeas en tiempos de vacío.

Oriah Mountain Dream (autora canadiense)

Cuando realmente

empezó a amarse a sí misma,

Podría reconocerlo,
que el dolor emocional y el sufrimiento
son sólo una advertencia para mí,
vivir en contra de mi propia verdad.
Hoy sé que esto se llama
"Ser auténtico".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
Lo he entendido,
cuánto avergüenza a alguien,
imponerle mis deseos,
aunque sabía que tampoco era el momento,
ni el ser humano estaba preparado para ello,
aunque yo mismo fuera esa persona.
Hoy sabemos que esto se llama
"Autoestima".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
He parado,
para anhelar una vida diferente,
y pude ver que todo a mi alrededor
era una invitación a crecer.
Hoy sé que esto se llama
"Madurez".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
Lo he entendido,
que siempre y en cada oportunidad,
Estoy en el lugar adecuado en el momento adecuado
y que todo lo que sucede está bien
- A partir de entonces pude estar tranquilo.
Hoy sé que esto se llama
"Autoestima".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
He parado,
para privarme de mi tiempo libre
y me detuve,
más grandes proyectos
para el futuro.
Eso es todo lo que hago hoy,
lo que me divierte y me da placer,
lo que me gusta
y hace sonreír a mi corazón,
a mi manera
y a mi propio ritmo.
Hoy sé que esto se llama
"Honestidad.

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
Me he liberado de todo
lo que no era saludable para mí,
de alimentos, personas, cosas, situaciones
y de todo lo que me arrastraba hacia abajo,
lejos de mí mismo.
Al principio lo llamé "egoísmo sano",
Pero hoy sé que esto es "amor propio".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
He parado,
siempre quieren tener razón,
Así me equivoqué menos.
Hoy me he dado cuenta,
Esto se llama "simplemente ser".

Cuando realmente
empezó a amarse a sí misma,
entonces me di cuenta,
que mi pensamiento
puede hacerte sentir miserable y enfermo,
sino cuando invoqué la fuerza de mi corazón,
la mente se convirtió en un socio importante,
Hoy llamo a esta conexión
"Sabiduría del corazón".

No necesitamos seguir
de las disputas,
Conflictos y problemas
con nosotros mismos y con los demás,
porque hasta las estrellas estallan
a veces unos encima de otros
y se crean nuevos mundos.
Hoy lo sé,
Así es la vida.

Charlie Chaplin

Escribir o hablar sobre mindfulness es una empresa condenada al fracaso desde el principio, ya que mindfulness no puede expresarse en palabras o formas finitas. Lo mismo ocurre con todo lo que es por naturaleza informe, esencial y espiritual: el amor, la compasión, la gratitud.

Mindfulness es la experiencia indescriptible de la conciencia, un sentimiento de "no-cosa". En el plano de las palabras, mindfulness es espacio y ligereza, más que estrechez y limitación. Sin embargo, en este espacio reside un rico conocimiento. No se trata de un conocimiento intelectual, farragoso o engorroso, sino del tipo de conocimiento intuitivo e instantáneo que tiene el poder de transmitir en una fracción de segundo conceptos que sólo podrían aproximarse analítica e intelectualmente a lo largo de muchos años de estudio.

Es el tipo de conocimiento que, cuando se experimenta, crea un cambio inmediato y fundamental de perspectiva y cambio que puede afectar profundamente a la vida y al centro de la persona y darle una dirección diferente.

Mindfulness es conocimiento práctico. La atención plena conduce a la comprensión de que yo soy. Soy, aquí y ahora. En esencia, no soy una historia. Yo soy. Ahí reside la claridad, la fuerza, el apoyo y el amor. Mindfulness significa ser y hacer en la vida cotidiana sin hacer. Hacer auténtico lo que soy. Ser consciente en la vida cotidiana significa ser consciente de uno mismo con regularidad. Son pequeñas islas de conciencia.

En un contexto terapéutico, mindfulness significa menos ruido mental, más paz interior, más claridad, mejor sueño, menos prisas y consumo, más aprecio, más equilibrio y mucho más. No tiene efectos secundarios negativos. Mindfulness, sin embargo, no es algo pasivo, no es algo que espera, no es algo meditativo, somnoliento o esperanzador. Mindfulness es radiante, manifiesto, 100% absoluto y 100% relativo.

Permanecer, mirar, estar quieto. Segundos de conciencia, una y otra vez. "Islas de cordura" en medio de mundos salvajes de pensamientos. Los pensamientos van y vienen y yo soy. Ojos cerrados, ojos abiertos. De compras, comiendo, paseando, bañándome, trabajando. Siempre de vuelta a mi aeropuerto de origen. La percepción pura, sin juicios, es mi amiga aquí. Sin lucha ni huida. Yo soy.